domingo, 20 de junio de 2010

¡Oh, pobres versos míos...

...hijos de mi corazón, que os vais ahora solos y a la aventura por el mundo...que os guíe Dios! (León Felipe)





Hoy, por primera vez, pienso que el poema más íntimo que he escrito en mi vida podría ver la luz, podría ser compartido por otras personas que no son su destinatario. Por primera vez en mi vida pienso que un poema nace de un momento, se escribe para un momento y se pronuncia en un momento, y que años después deja de ser un sentimiento particular e íntimo y pasa a ser un sentimiento para todos. Sed benevolentes conmigo. A ver qué os parece


Si sientes mis mismas penas
Si lloras mis soledades
Si sufres en mis ausencias
Si amas las mismas verdades

Si al andar marcas mi paso
Si al caer me das la mano
Si reclamas mis abrazos
Si perdonas mi pecado

Si censuras mis errores
Si suplicas mis caricias
Si compartes mis temores
Si llevas en tí mi herida

Si no te importa mi rostro
Si juntas a las mías tus manos
Si aprendes a leer en mis ojos
Entonces me habrás amado.

viernes, 4 de junio de 2010

La crisis como arma para ganar unas elecciones




Es triste ver que en tu país la oposición tiene en su agenda, en primer lugar, rezar para que la situación sea “cuanto peor, mejor” para ella, y así llegar al gobierno (que es lo único que le importa) aunque el país esté destrozado, la gente haya perdido su trabajo y su vivienda y dependa única y exclusivamente de la caridad de comedores sociales y de algún pariente que los recoge en sus casas. Ellos no van a arrimar el hombro para nada, faltaría más, la oposición no tiene que hacer nada, sólo criticar, que para eso cobran. Su sueldo, que pagamos todos, lo perciben para dejar que la gente pierda sus bienes; al fin y al cabo los compran en pública subasta de los bancos gente normalmente afiliada a su partido: abogados, médicos, farmacéuticos, dentistas, promotores inmobiliarios, etc. O sea, los clientes preferenciales de esos bancos a los que el gobierno de todos debe dar dinero a pesar de los beneficios astronómicos que presentan en sus cuentas anuales.

Los tiempos de la crisis los marcan los cerebritos del PP, y cuando consideren que la fruta está madura, pedirán unas elecciones anticipadas interponiendo una moción de censura. Es lo que hay, y no hacemos más que apoyarlos convirtiéndonos en voceros de las estrategias y críticas del partido de Rajoy. Si lo logran, habrá sido usándonos a todos. Ha usado estrategias de todo tipo desde que perdieron el poder: primero era que “España se rompe”, y como España no se rompió, pasaron a la de “España apoya a los etarras”, y como los éxitos en la lucha antiterrorista superan a los de cualquier período o gobierno de la historia de este país, pasaron al “España nunca saldrá de la crisis”,… y ahora que se empiezan a invertir las tendencias en las estadísticas que marcan la crisis, asoman la cabeza.

Este “asomar la cabeza” por parte del principal partido de la oposición hay que reconocer que es una estrategia que le ha funcionado ya anteriormente. En la crisis post-92 (aquella en que todo el mundo decía que España entraría en crisis cuando se terminaran las obras de la Expo y de las Olimpiadas de Barcelona) se perdieron muchos empleos, cerraron muchas empresas, la bolsa bajó considerablemente, etc. La situación, sin contar la crisis financiera, fue muy similar a la actual excepto en el número de desempleados (entonces no era tan grande la inmigración y su incidencia en la estadística del desempleo no era tan brutal). Pero Aznar, y gracias al atentado que sufrió por parte de Eta en el año 95 (¿porqué será que los atentados terroristas ayudan tanto a la política de este país?) aunque ahora sólo diga que al PSOE le ayudó el atentado de Madrid del 2004, aprovechó la inercia de la escalada de las estadísticas macroeconómicas en pos de la recuperación y, tras aprobar la ley de la liberalización del suelo -esa ley que prima la construcción por encima de cualquier interés y que llegó a convertir el sector en una gran burbuja-, apareció como el salvador de la Patria, y su ministro Rato consiguió el doctorado en económicas por los resultados que “consiguió”.

Esta estrategia del PP es posible, sobre todo, gracias a una premisa: “su electorado es más fiel que el del PSOE”, y la prueba está en el poder de movilización que tienen los conservadores con respecto a sus afiliados. Han utilizado las herramientas políticas y sindicales de la izquierda para manejar las estadísticas y el sentido de los votos, y se han encontrado a gusto con ellas, y, sobre todo, han visto que con las mismas consiguen resultados. Las estadísticas de los últimos días dicen que ganarán las elecciones, y por si no consiguen la mayoría absoluta, tienden su mano a los nacionalistas, que han perdido las últimas elecciones en sus autonomías: “yo te apoyo en tu comunidad, tú me apoyas en Madrid”. Durán i Lleida, político liberal donde los haya, ya se permite el lujo de afirmar que “Zapatero es un cadáver político”, y no duda en alinearse a favor de todos los postulados de los populares.

A la izquierda de los populares y nacionalistas, IU no acaba de entender que nunca será, en el mundo capitalista en el que se mueve, algo más que un mero sustraendo en el contador electoral, y el PSOE se encuentra con que la juventud, principal vivero de la izquierda y actualmente carne de cañón en las listas del Inem, no le votará, y el sector de población entre los 40 y los 60, gira hacia posiciones conservadoras haciendo buena la frase de Willy Brandt: “Quien de joven no es comunista es que no tiene corazón; quien de viejo es comunista es que no tiene cabeza”.